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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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22-03-2013

 

 

 




¿Uruguay a Malí?

SURda

 

Opinión

 

Fernando Moyano

 

 

La intervención francesa, Samir Amín, otra "misión de paz", un puesto para Uruguay, el escorpión y la rana

Nuestra guerra es un acto de paz para cambiar la guerra por otra más
Tabaré Rivero


URUGUAY BUSCA UN PUESTO

En enero se reunió en Montevideo una conferencia de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZoPaCAS), un mecanismo de Naciones Unidas con por 24 países sudaméricanos y africanos con costas atlánticas.

Inauguró la conferencia el canciller uruguayo Luis Almagro, diciendo que esta entidad busca " la soberanía y la igualdad jurídica de los Estados, la solución pacífica de las controversias y la no injerencia en asuntos internos de los países... preservar esta región del mundo de las acechanzas armamentistas y de la tentación militarista... evitar toda presencia, tránsito o almacenamiento de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva... cambiando completamente la lógica en el Atlántico sur, con respecto al Atlántico norte, que tiene sus mecanismos de defensa, sus mecanismos y alianzas militares".

Agrega que "Uruguay ha considerado como un imperativo aumentar su presencia en el continente africano" , y se refiere a nuevas embajadas y acuerdos comerciales. Hasta ahí todo parecía bien.

Pero a continuación hace referencia a que "nuestro país ha formado parte de contingentes multilaterales desplegados en Mozambique, Angola y, actualmente, en el Congo. Con el anhelo de contribuir a un esfuerzo colectivo por consolidar la paz y recrear condiciones de desarrollo en los países que lo están necesitando".

Y además: " Uruguay seguirá participando en las operaciones de mantenimiento de la paz dentro del marco multilateral de las Naciones Unidas ; y este es precisamente uno de los elementos que hemos puesto de relieve para aspirar a ocupar un puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad para los años 2016-2017".

(Ver en: http:// www.mrree.gub.uy , ZOPACAS++Discurso+Luis+Almagro++pdf.pdf)

La idea de este gobierno de promover internacionalmente la imagen de Uruguay a través de la participación en "misiones de paz" de la ONU para obtener algún pequeño beneficio con eso, es conocida. Aunque los militares uruguayos (socios en el negocio) no pueden con su naturaleza como el escorpión del cuento y arruinan la imagen, el gobierno no desiste.

Mientras se hablaban estas cosas, Francia iniciaba una intervención armada unilateral en Mali. Pero al mismo tiempo se ha empezado a hablar de hacer como en Haití: ya con los hechos consumados, Naciones Unidas legaliza la intervención y manda "misión de estabilización".

Es aún muy prematuro para decir si a nuestro gobierno le dará la nafta y el rostro para meterse en esa "MINUSTAM". Este artículo solamente examina el contexto de esa posible participación.


¿EL JUEGO DEL DOMINÓ EN ÁFRICA?

Lo primero que se ve en la guerra de Malí es que su elemento detonante es el rebote de la intervención en Libia. Que a su vez fue el rebote de la "primavera árabe" empezada en Túnez, que fue el rebote de la crisis económica europea sobre el Magreb, su patio trasero.

Los mercenarios tuareg (tribus bereberes nómades) armados por Gaddafi (y también por los rebeldes) pero a su vez contenidos por éste, quedaron a la deriva con su caída, y son la base militar del actual separatismo al norte de Malí. Antes, solo reclamaban autonomía regional dentro del país para defenderse de la discriminación y la marginación.

A su vez, la intervención francesa en Malí está derramando el problema sobre Níger, el Chad, y Mauritania. La guerra ya había enviado dos millones de refugiados a esos países.

El golpe militar del 2012 también motivó el involucramiento de los gobiernos de África Occidental en un "auto-colonialismo colectivo" de las administraciones neocoloniales nativas que aseguran entre sí el orden neocolonial, cosa que también se esboza hoy en nuestro continente.

La intervención francesa se extiende también a Níger y empuja a EEUU que envía tropas y quiere montar allí una base para aviones no tripulados.

Y además el rebote en Francia. Dos o tres millones de euros por día, cuando Hollande ya dice que no puede cumplir sus promesas de lucha contra el desempleo, crecimiento, deuda y equilibrio fiscal. Y a partir de allí sobre Europa, Francia lleva veinte años de incumplimiento.


Todo esto irá en crescendo. Pero quedarse allí es ver los árboles sin ver el bosque.

La combinación de supervivencias sociales retrógradas de la sociedad patriarcal con las consecuencias de la fragmentación social y la marginación, es un fenómeno inherente al capitalismo.

"La barbarie reaparece, pero esta vez ella es engendrada en el propio seno de la civilización y es parte integrante de ella. Es una barbarie leprosa, la barbarie como la lepra de la civilización" , como la llamó Marx.

Un caso específico de esto es el modo en que el neoliberalismo ha destrozado las sociedades africanas desde la década del 80, luego que se derrumbaron los intentos nacionalistas de los 60, breve intento de recuperar el continente de los estragos de cinco siglos de colonialismo y tráfico de esclavos.

Malí es un ejemplo notable.

SAMIR AMIN Y SU APOYO A LA INTERVENCIÓN FRANCESA

Antes de entrar en profundidad en cada aspecto completemos este pantallazo inicial con un tema particularmente incómodo.

Samir Amín, el teórico marxista vivo más importante y conocido, el vocero del marxismo del Tercer Mundo cuyo aporte a la teoría antiimperialista es invalorable, llama ahora a apoyar la intervención francesa en Malí.

http://www.pintxogorria.net/index.php/nazioartea/featured-news/366-mali/3552-mali-el-analisis-de-samir-amin-cast-fr a

Un texto muy contradictorio que dice literalmente "sí y no" pero que en definitiva es . Dice que la intervención francesa no resolverá nada, pero igual llama a apoyarla.

Los argumentos de Amín son básicamente dos. En primer lugar, su rechazo al islam político (fundamentalismo islámico) que caracteriza de ideología reaccionaria y aliado e instrumento del imperialismo y el neoliberalismo. Estamos totalmente de acuerdo, pero no sacamos de allí la conclusión de que para combatirlo haya que apoyar una intervención imperialista.

Lo otro es su expectativa en que Francia pueda por este camino fortalecer su lugar "en el concierto de las naciones" , en buen romance: apostar a que el imperialismo francés se despegue algo de Alemania y EEUU, y que esa posible fisura inter-imperialista tenga algún significado positivo.

Recordemos que Amín es quien aporta el concepto de "imperialismo colectivo" para la actual etapa, que no es la guerra inter-imperialista permanente ni tampoco un ultra-imperialismo, sino una sociedad inter-imperialista negociada, aunque asimétrica. ¿Cómo se condice esta idea con esa expectativa en el imperialismo francés?


Podemos contestar fácilmente los argumentos de Amín con dos ayudas.

Por un lado, tratándose de un teórico respetado, hay numerosos seguidores suyos que, con su misma mentalidad independiente, han comenzado a criticar su planteo con seriedad, incluso rastreando en sus últimos escritos pequeñas inflexiones que podrían mostrar sus fisuras.

(Ver: http://moufawad-paul.blogspot.com/2013/01/fallen-idols-on-samir-amins-recent.html ,

y http://www.lahaine.org/index.php?p=66927 )

Sin embargo, no estamos de acuerdo con este extremo. Esas pequeñas inflexiones de Amín no son más que el señalamiento de contradicciones secundarias dentro del sistema imperialista. Lo abrumadoramente dominante en su pensamiento es la denuncia del sistema imperialista en tanto tal.

De modo que nuestra otra ayuda será el propio Amín. Es en su obra donde encontraremos los elementos para refutar su posición actual.

Comencemos por el principio.

MALÍ, MARIPOSA EN LA RED COLONIALISTA

Los seres humanos se afincan en esas tierras desde hace 7000 años, con la agricultura y la cría de animales. Hace unos 1500 se forman los primeros imperios y civilizaciones en esta región -donde están hoy la mayoría de los países más pobres del mundo- impulsados por el comercio del oro y la sal. Es Amín quien inaugura el estudio de la especificidad del comercio lejano en el desarrollo de la civilización en África.

Ese oro, que trajo un gran pasado, es la maldición del presente. Malí es hoy el tercer exportador de oro de África, el oro es su principal exportación, y las transnacionales mineras pagan un impuesto del 3%. Pero contando desde atrás, Malí es el 13º país más pobre del mundo, la mitad de su población está por debajo de la línea de pobreza.

Otras de sus riquezas potenciales inexplotadas: uranio (su vecino Níger, segundo país más pobre del mundo y también ya militarmente intervenido por las dudas, exporta el 30% del uranio que consume Francia que tiene un 75% de su matriz eléctrica en nuclear, además de la bomba), petróleo, diamantes, hierro, bauxita, manganeso, plomo, litio, etc.

En la historia de Malí podemos aplicar todos los aportes teóricos de Amín para una comprensión no eurocéntrica del mundo. El Sahel (franja de transición, "costa" sur del Sahara sobre el resto de África) fue escenario de un florecimiento notable.

Tombuctú, punto de encuentro comercial en el borde del Sahara -hoy presa de la guerra- es sede de una una de las universidades más antiguas del planeta, año 1300.

Desde el principio, y desde antes del Islam, este comercio incluye la trata de esclavos. El esclavismo inter tribal ya existía en muchas partes de África (aunque con formas menos duras que el de la Antigua Grecia y Roma) y en el mundo árabe, en el que no tuvo barreras raciales o religiosas; capturaban esclavos también de Europa, esclavo viene de eslavo .

Los árabes lo multiplican con la exportación transhariana hacia el Mediterráneo y Oriente. Como el Islam prohíbe la esclavización de musulmanes y además da a los pueblos vencidos la oportunidad de convertirse, la islamización modera su entusiasmo al entrar en África negra, porque reduce la reserva potencial de esclavos.

El tráfico árabe de esclavos negros hacia el norte, tal vez entre 15 y 20 millones, secuestró más gente, en más de mil años, que el tráfico transatlántico de los europeos hacia América que comienza en el siglo XVI, pero este último es mucho más concentrado y destructivo. La conquista de América es la que dispara la trata africana de esclavos.

Entre unos y otros esclavistas, y las muertes durante los viajes (mueren más que los que llegan) y además en las campañas de secuestros o a consecuencia de ellas (al quitarle a las comunidades sus varones jóvenes y las madres de niños que quedan solos), África perdió tal vez cien millones de seres.

La madurez del capitalismo industrial europeo y yanqui hacia la segunda mitad del Siglo XIX torna obsoleta la explotación esclavista -al menos masiva- pero precipita en cambio el reparto colonial de Asia y África como fuentes de materias primas. En vez de tráfico de esclavos, será ahora el trabajo forzado en las minas lo que seguirá diezmando la población. África Occidental es uno de los cotos de Francia, en el último tercio del siglo XIX.

Luego de la Segunda Guerra Mundial comienza la descolonización, la independencia va separando distintos países y Malí se constituye en 1960.

Modibo Keïta, primer presidente, socialista panafricano, impulsa el monopolio estatal del comercio exterior y otras medidas estatistas, y el acercamiento a los países socialistas.

Las contradicciones internas facilitan el golpe de Estado en 1968 al que sigue una dictadura represiva y corrupta que anula las reformas anteriores y trae el hambre y la guerra. Es derribada por una rebelión popular en 1991.

Alternándose, los sublevados del 91 gobernaron estos 22 años. A.T. Touré (1991-1992 y 2002-2012) un caudillo de masas sin partido, ecologista, humanista y protector de la infancia, uno de los redactores para la ONU de la "Carta de la Tierra" del 2000; y por otro lado la coalición ADEMA-PASJ (1992-2002 y desde el golpe militar contra Touré en 2012 hasta hoy) afiliada a la Internacional Socialista.

Estos rebeldes del 91 impulsan reformas políticas que instalan en Malí una democracia parlamentaria pluripartidista.

Pero al mismo tiempo continuaron las reformas neoliberales, llevaron adelante el ajuste fiscal en 1992-1995 y la subordinación a la OMC, en 1991 flexibilizaron los códigos de explotación minera a favor de las transnacionales, de 1988 a 1996 entre la dictadura y ellos privatizaron o liquidaron las empresas públicas, y en 2005 concedieron el ferrocarril a una empresa yanqui. Podemos ver que se reparten los méritos.

La caída de Gaddafi solo es un detonante en el terreno minado por la depredación neoliberal.

DEL GOLPE "NACIONALISTA" AL LLAMADO A LA INTERVENCIÓN

El equilibrista A.T. Touré acomodaba las cosas como podía. Era amigo de Gaddafi y recibía inversiones libias -hoteles, turismo, agricultura, banca-, hacía la guerra contra los tuareg pero negociaba acuerdos y concesiones, y sobre todo se mantenía fiel a Francia y abría la economía malí mientras hacía discursos ecologistas y humanistas.

Pero en toda guerra hay muertos. El colmo fue cuando anunció dos pero escondió 40 más en una fosa común. En marzo 2012 se produjo una rebelión de la oficialidad baja contra la "inoperancia" del gobierno en la guerra y su política entreguista. Faltaba un mes para las elecciones.

En un Estado "normal" estas cosas son contenidas por las líneas de defensa interiores del propio Estado. Si un gobierno cae tan fácilmente es que el caos ya ha corroído sus defensas, y este caos tiene sus causas profundas: la pobreza, la fractura social, el fracaso de sus propuestas.

Pero si la rebelión no es de alguna forma la construcción orgánica de una clase -aunque estalle en forma espontánea-, si solo es la expresión de descontento de una fracción del propio estado, esos mismos factores de deterioro social reducen su posible alcance.

Un importante partido de izquierda combativa, el SADI (Solidaridad Africana por el Desarrollo y la Independencia) apoyó el golpe militar.

http://www.partisadi.net/2012/03/le-parti-sadi-soutient-la-chute-du-regime-d%E2%80%99att-par-le-comite-national-pour-le-redressement-de-la-democratie-et-la-restauration-de-l%E2%80%99etat/

Es una lástima que los uruguayos no hayamos difundido más nuestros errores del pasado, podríamos ayudar a que otros digan "No vayas a hacer como en Uruguay". El SADI le pidió la renuncia a A.T.T. el 9 de febrero de 2012 (parece cosa de Mandinga) y en marzo termina apoyando un golpe de militares que llama "gaddafistas", acá se les decía "perunistas".

Entre otras cosas, porque A.T.T. había firmado seis años antes un acuerdo con Francia y Mauritania permitiendo el ingreso de tropas a Malí, aunque en todo ese tiempo no lo logró concretar. Los golpistas lo harían antes del año.

Para entender esto hay que mirar más allá de la superficie y del acontecer del momento.

Les llevó dos días a los "auto-colonialistas" de esa especie de "Mercosur" de África Occidental (CEDEAO/ECOWAS) tranquilizar a los imperialistas y presionar a los militares malíes para llegar a un acuerdo. Dieron un golpe dentro del golpe. Primero condenaron el golpe militar y exigieron el retorno del Gobierno civil. Pero luego prefirieron "conservar la integridad territorial de Malí" y ofrecieron su propia fuerza militar, que la Junta de Mali rechazó.

Dioncounda Traoré, ex sindicalista opositor a la dictadura militar y partícipe del levantamiento de 1991, era presidente del Congreso y del partido ADEMA-PSJA opositor a A.T.T. Salió huyendo del país, y volvió cuando ya estaba todo arreglado para que los militares le entregasen la presidencia.

Prometió llamar a elecciones en 40 días. En vez de ello terminaría llamando a los franceses.

El golpe era para hacer más efectiva la guerra contra los separatistas del norte. Pero éstos, aprovechando la confusión reinante, en dos semanas extienden sus ataques y proclaman el estado independiente de Azawad. Luego, al endurecerse la guerra, el ala laica y separatista es desplazada por los fundamentalistas islámicos que ahora plantean apoderarse de todo Malí.

La base de la rebelión tuareg es su marginación y discriminación en la sociedad neo-colonial. Han protagonizado varias rebeliones. Se llega con ellos a distintos acuerdos de mejoramiento, pero la sociedad neo-colonial no puede cumplirlos y los viola, como hizo EEUU con los indios.

Cada vez más imposible la subsistencia en su forma de vida tradicional, se los trata de asimilar en los peores trabajos. Sumemos a esto la discriminación permanente y la inestabilidad económica.

Además de Mali, la rebelión tuareg implica a Níger.

1916-1917, insurrección armada contra el gobierno colonial francés en Níger. Fue extendida y larga. Pero los franceses atacaron a la población civil de los poblados ejecutando a cualquier sospechoso de proteger a los insurrectos.

1961-1964 fue muy diferente. En Malí el gobierno de izquierda de la época llevaba adelante una reforma agraria que afectaba la agricultura tradicional tuareg, además del atraso de su sociedad patriarcal estratificada y rémoras de esclavismo. Como a los sandinistas con los misquitos, al gobierno malí le faltó flexibilidad y entendimiento. Los tuareg se rebelaron y fueron duramente derrotados.

1990-1996, Malí y Níger a la vez, a consecuencia de la hambruna de los años 80, la represión sangrienta y la discriminación. Se solucionó por acuerdos de integración social. Ya aparecen acá las milicias tuareg entrenadas y armadas por Libia, y los conflictos en torno a las minas francesas de uranio en Níger, protegidas por soldados franceses.

2007-2009, Malí y Níger, por incumplimiento de los acuerdos anteriores de integración social, y la represión policial permanente. Aquí Libia actuó para mediar y garantizar los acuerdos.

2012, la guerra actual. En lugar de atacar las causas del problema, los militares desencadenaron ataques masivos. Les fue mal. Entonces, los mismos que se levantaron para rechazar la intervención extranjera, le abrieron la puerta.

Los tuareg no son santos, no es posible reivindicar sus relaciones sociales retrógradas que son la verdadera base de su ideología reaccionaria, aunque también es cierto, como plantea Amín, que el islam político es instrumento del imperialismo y el neoliberalismo.

Pero nosotros, socialistas proletarios revolucionarios del Siglo XXI, podemos y debemos derrotar esa reacción con las armas de la cultura y la integración social. Y si son necesarias las armas en sentido literal, serán las armas de las organizaciones de masas. No de los ejércitos imperialistas ni de los ejércitos pretorianos nativos como el que quiere reconstruir Amín en Mali. Si el ejército se muere desmembrado, dejalo morir y buscá otra cosa.

Si la democracia capitalista termina vacía de contenido para las masas populares, busquemos formas orgánicas superiores y no golpes de Estado. Una revolución social no se hace con declaraciones inteligentes y aprovechando oportunidades de golpes de mano, ni subiéndose a cualquier tren que pase.

LA VUELTA ATRÁS EN LA HISTORIA

Los límites del nacionalismo africano de los sesenta y su estatismo (llamado "socialismo" por el mal uso del término en esos años), fueron claramente expuestos por Amín en su análisis sobre Bandung y en nacionalismo burgués tercermundista.

Su fracaso se debió a su rebelión a medias contra el capital. Buscaba una mejor forma de relacionarse, no la ruptura.

Y si el original de Nasser no funcionó en condiciones mucho más favorables, no se podía esperar mucho de la mala imitación de Gaddafi. Menos aun de los “gaddafistas” de Malí

Es por la misma razón que hoy dice Amín que la intervención francesa no va a resolver nada de la situación de Malí.

El autor de El intercambio desigual y La desconexión sabe perfectamente que el verdadero progreso humano de los pueblos africanos aplastados por el colonialismo no llegará nunca de la mano de ninguna forma de capitalismo, en esta del capitalismo global crecientemente desigual. El sometimiento al mercado capitalista es el sometimiento a la desigualdad y al despojo.

El sometimiento y el despojo traen la fragmentación social, la miseria, la marginación, y el fracaso de cualquier progreso civilizatorio, y con ello la eclosión de la violencia y la reaparición de las rémoras tribalistas.

Por algo la consigna de Patricio Lumumba era: "¡No al colonialismo! ¡No al tribalismo!" . Son dos caras de la misma moneda.

El “Estado fallido” es en realidad el Estado agredido, destrozado. La violencia y la descomposición social, el primitivismo, es la respuesta primaria a la agresión. Pero es una respuesta autodestructiva, hoy, de la misma forma en que lo fue ayer. Pasa a ser juguete e instrumento de la misma agresión neocolonial.

La respuesta del capitalismo globalizado a la violencia que desestabiliza y pone en riesgo la rentabilidad del extractivismo actual, es... ¡volver al sistema colonial de protectorados! Lo mejor para ellos es cuando se hace con la participación de los propios colonizados, a cambio de repartir algunas prebendas entre ellos. Oro por cuentas de vidrio, de nuevo.

Tampoco caben expectativas en el papel puedan jugar los “imperialismos chicos”. Como los protugueses, holandeses o belgas en otro tiempo, los franceses son hoy la “avanzada del progreso” detrás de la cual viene toda la patota imperialista. A cambio de eso, esperan tener alguna ventaja momentánea en el reparto que compense su debilidad estructural.

Como lo señalamos, el 75% de la producción eléctrica de Francia es nuclear. “Más competitiva” en el corto plazo, si se logra descargar sobre otros los costos de la basura radiactiva. La estatal francesa AREVA ganó en el 2008 el premio “ Peor empresa del mundo ” de un observatorio de derechos humanos.

Exporta residuos nucleares a Siberia para reciclar el uranio empobrecido, echa agua radiactiva al Canal de la Mancha, y proveyó la mezcla experimental inestable de plutonio y uranio a Fukushima. Como la pasta la base, los reactores nucleares son muy difíciles de abandonar una vez iniciados, por el problema de los deshechos.

AREVA tiene minas de uranio en Níger. Francia manda tropas a protegerlas, EEUU llega detrás. El hospital de AREVA en Níger ha sido acusado de falsear diagnósticos para ocultar casos de cáncer entre su personal.

LA FÁBULA DEL ESCORPIÓN Y LA RANA

Ahora podemos volver a Uruguay. También en nuestra América empobrecida hay proyectos sub-imperialistas de insertarse en el esquema neocolonial. Es también una carrera para aprovechar pequeñas ventajas.

Uruguay no tiene oro, ni uranio, ni petróleo. El agua recién mañana será mercancía exportable, no hoy. Las posibilidades mineras son inciertas y hay que hacer enormes inversiones en un puerto y en energía para que interesen. La tierra es fértil, pero menos que en la pampa argentina, y hay que ofrecer ventajas impositivas para compensar al que venga aquí a agotarla. El turismo siempre va a sufrir la inestabilidad de la clientela regional sometida los mismos avatares que nosotros en la crisis capitalista.

Mientras los gestores del capitalismo uruguayo tratan de resolver todo esto, tienen que asegurar en todo momento la continuidad del aparato armado hipertrofiado, oneroso, sin capacidad bélica, pero necesario como disuasorio ante una potencial rebeldía.

La venta de servicios mercenarios para la nueva policía global que el imperialismo necesita para reducir sus propios costos de protección, pasa a ser una opción estratégica para sostener al capitalismo en Uruguay con su aparato militar.

Pero Uruguay, en todo caso, podría prestar servicios en esa policía global colonialista, en la “seguridad fina”. Para la pesada en África ya vemos que no está.

¿Y para la fina? ¿Puede Uruguay aparecer como “protector de los derechos humanos” de otros pueblos, si mantiene aquí la impunidad de los crímenes del pasado, y además esas mismas FFAA protagonizan en el exterior violaciones similares en el presente?

Esta fábula se atribuye a Esopo:

Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo: —Amiga rana, necesito cruzar el río. ¿Podrías llevarme en tu espalda? —No. Si lo hago me picarás y me matarás. —No , —le respondió el escorpión—. Si te pico, me hundiría contigo y me ahogaría. La rana accedió. El escorpión se colocó sobre la rana y empezaron a cruzar el río. Cuando habían llegado a la mitad, el escorpión picó a la rana. La rana, al sentir picotazo y darse cuenta de que iba a morir, le preguntó al escorpión: —¿Por qué me has picado, escorpión? ¿No te das cuenta de que tú también vas a morir? El escorpión respondió: —Lo siento, rana. Es mi naturaleza”.

Para cruzar el Atlántico, las FFAA uruguayas precisan que el gobierno las lleve. Pero su naturaleza puede terminar haciendo que se hundan los dos.

En cuanto a nuestras opciones. Hoy está instalado en la izquierda mundial un debate. Hay quienes para combatir al imperialismo se alinean detrás de fuerzas retrógradas que se dicen nacionalistas. Otros, en nombre de la civilización se alinean detrás de las intervenciones imperialistas.

¿Sería realista decir que no estamos con ninguna de esas opciones reaccionarias, y que nuestro planteo sigue siendo SOCIALISMO O BARBARIE ?

Aún es prematuro suponer que Uruguay se vaya a embarcar en una aventura colonialista en Malí. Pero adelantamos desde ya que la rechazaríamos, sin que eso signifique apoyar a los separatistas de Azawad o la “república islámica”.

En 1991 en Haití un golpe militar pro-yanqui junto con ex tonton macoutes duvalieristas derrocó al presidente Aristide. Luego, en 1994 una intervención armada yanqui trajo de nuevo a Aristide, los militares ultra-reaccionarios quisieron resistían la invasión.

¿Qué había que hacer? ¿Apoyar a los militares contra la invasión yanqui? ¿Apoyar a los yanquis contra los militares reaccionarios?

Tal vez a algunos no les pereciese realista la opción de la izquierda haitiana consecuente, de elegir en esa difícil situación el camino propio.

El tiempo les dio la razón.

 


 
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